martes, 14 de julio de 2009

Un caso real con perseverancia y constancia.

Un sahaja yogui en India, pasaba cada día por la mañana a la misma hora por un destacamento militar, un día se le ocurrió llamar y preguntar: "toc, toc, ¿está el jefe?", "no, no está" le respondierón, al día siguiente volvió a insistir "toc, toc, ¿está el jefe?", y así continuó todos y cada uno de lo días, hasta que uno de ellos, y ya habiéndose ganado la confianza de los vigilantes, le respondierón: "si, si está pasa", pudiendo hablar con el responsable del cuartel y explicarle las bondades de Sahaja Yoga, cuestión que le interesó bastante y le citó a las 5 de la mañana del día siguiente para que hiciera el ejercicio de Realización que había propuesto. El yogui encontró ayuda para que otros le acompañaran con evidente esfuerzo y sorpresa por el lugar y la hora. Cuando llegaron allí se encontraron perfectamente uniformados y en formación a toda diversidad de personas, religiones...,del acuertalamiento, ofreciéndoles el máximo responsable un micrófono para que marcarán todos los pasos a seguir para la Realización, con absoluta disciplina todos hicieron el ejercicio y los yoguis fueron convocados 3 días más para continuar el programa de Sahaja Yoga, la anécdota para los yoguis además del lugar, la forma y la absoluta disciplina, era imaginar que cuando algún militar de los aproximadamente 500 que recibieron su Realización, dijera por ejemplo "¡ Señor, no siento la brisa fresca, señor !", con perfectos aires militares, les pudieran responder: "¡pues haga 16 baños de pies, soldado y después venga!".

Enviado por Vivek (India-España)

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